En Sevilla hay una larga tradición de casas – palacio, principalmente de estilo renacentista combinado con otros más «sevillanos» como el Gótico y el Mudéjar. No debemos olvidar el esplendor que vivió Sevilla en el Siglo de Oro y que dio lugar a la proliferación de este tipo de construcciones. Aunque muchas de estas edificaciones desgraciadamente han desaparecido, las casas – palacio que actualmente podemos visitar mantienen una personalidad muy característica en la que se refleja un perfecto equilibrio entre modernidad y tradición.
En cuanto al estilo de construcción, podemos encontrar una fusión perfecta entre elementos medievales en materiales constructivos (ladrillo y tapial), decoración (azulejos mudéjares, pinturas murales góticas) y estructurales (artesonados mudéjares, bóvedas de nervadura) con nuevos elementos importados de Italia (portadas, columnas y fuentes de mármol).
Una de las más famosas que se conservan es la Casa Pilatos, perteneciente a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli. Este edificio construido entre los siglos XV – XVI está situado en el centro histórico de Sevilla y es considerado el prototipo de palacio andaluz. La Casa Pilatos fue declarada Monumento Nacional en 1931 y conserva obras de arte, estancias y jardines dignos de ser vistos. Se puede visitar todos los días de 9 a 18 horas (de noviembre a marzo) y de 9 a 19 horas (de abril a octubre) la casa completa por 8 € y sólo la planta baja por 6 €.
Otra casa – palacio del siglo XVI es la Casa de Salinas, también se visita de lunes a Viernes de 11 a 14 horas (6 € la entrada normal). Está situada en pleno centro de Sevilla muy cerca del Alcázar y la Catedral (calle Mateos Gago, 39) una zona que compartía con otras mansiones en un barrio de gente ilustre y acaudalada.
Muy cerca se encuentra la Casa de los Pinelo (Abades 14), actual sede de la Real Academia de las Bellas Artes Santa Isabel de Hungría. Se hacen visitas guiadas de lunes a viernes a las 10:30 /11:30 / 12:30 horas (5 € la entrada). Edificio de origen medieval que fue enriquecido con diferentes elementos renacentistas y que a lo largo de los siglos ha sido colegio de primera enseñanza, lugar de alquiler de caballos, taller para fundición, hostal y pensión. En 1954 fue declarada Monumento Nacional y pasó a pertenecer al Ayuntamiento de la ciudad.
Por último hablaremos del Palacio de Lebrija, también construido en el siglo XVI como casa señorial sevillana. Mantiene un estilo común con las anteriores pero contiene una peculiaridad que la diferencia del resto: los mosaicos romanos procedentes de Itálica que decoran los pavimentos de su planta baja. La Condesa de Lebrija, gran aficionada a la arqueología, restauró la casa a principios del siglo XX decorándola con verdaderos «tesoros». Podemos ver en esta casa – palacio una importante colección de mosaicos romanos, piezas arqueológicas de diferentes épocas y culturas, zócalos de azulejos sevillanos procedentes de un convento en ruinas, artesonado de un palacio de Marchena… Se puede visitar solo la planta baja (5 € la entrada) y las plantas baja y alta (8 €).
Estas son las principales casa – palacio que puedes visitar actualmente en Sevilla. Hay otra también de bellísima factura que es el Palacio de Dueñas. Sin embargo, no puede ser visitada ya que es la residencia habitual de la Duquesa de Alba.
Un plan perfecto para vuestra estancia en Sevilla es dar un paseo y visitar estas casas – palacio con tanto por descubrir. Luego eso sí, os podéis tomar una tapita 😉